Son las 5:15 am, hora irrisoria para los que tienen como animo y trabajo la escritura. He de confesarme en más de 48 horas de insomnio placentero, de noctambuleo constante a causa de mi pasmosa inclinación-obsecion por la lectura y el arte general, de la maravilla de la creación a base de palabras, de la imagenes que se lanzan a mi retina, coloreadas, con la sola unión de simbolos impresos;
como resulta obvio, me surgen innumerables de ideas, el pensamiento se agudiza y encuentro oscuridad (Bienaventurada oscuridad!) que nace de la constante formulación de preguntas espiraladas, que se acumulo sin respuesta, peso a la existencia, decido ingenua poner poner papelitos ensarzados, artimañas triviales para la acumulación de tiempo y de ahí nace el terror, mi frio puñal de dedos pulsantes, de mente pulsante, de cuerpo pulsante, la lucha desigual con mi memoria, musa maltita, puta coqueta, le digo, y me muestra seductora los pechos del recuerdo, sus lubricas aguas apacibles, que al cruzar la calle ya tendrá otro amor-recuerdo y como toda buena puta sabrá no tener remordimientos; porque de ahí nace la crueldad, del puto beso que bien le da un uno, bien le da el otro.
como resulta obvio, me surgen innumerables de ideas, el pensamiento se agudiza y encuentro oscuridad (Bienaventurada oscuridad!) que nace de la constante formulación de preguntas espiraladas, que se acumulo sin respuesta, peso a la existencia, decido ingenua poner poner papelitos ensarzados, artimañas triviales para la acumulación de tiempo y de ahí nace el terror, mi frio puñal de dedos pulsantes, de mente pulsante, de cuerpo pulsante, la lucha desigual con mi memoria, musa maltita, puta coqueta, le digo, y me muestra seductora los pechos del recuerdo, sus lubricas aguas apacibles, que al cruzar la calle ya tendrá otro amor-recuerdo y como toda buena puta sabrá no tener remordimientos; porque de ahí nace la crueldad, del puto beso que bien le da un uno, bien le da el otro.