Y quien iba a imaginarse que el profesor, más bien raro, que me daba ciertas clases que por su ociosidad ahora no recuerdo, iba a resultar siendo un poeta, un amigo poeta más exactamente, porque se resulta más cercano a ciertos proclives a la palabra que a los propios hermanos, padres, esposos, esposas, compatriotas...
Un poema, que rescata lo bello de nuestra marca suramericana, nuestro baúl de recuerdos...
TAPA ABIERTA
La naftalina vuela.
Lleva en sus ojos el olor amoroso
y amarillo de mis nostalgias.
Como baúl amante, protejo
mis recuerdos, vuelvo a vivir
un antiguo sabor de litargirio.
Estornudo... releo las cartas,
yo sí era de Alicia.
Argemiro Menco Mendoza - Las sombras del asedio
*Colección Los Conjurados