07 diciembre, 2015

CARTA A EL AMOR...


Amado Dai:


Hay un cuento que empecé para ti... aún no lo termino pero esta entre mis más profundos planes, me digo: antes de morir, antes de irme con otro hombre o mujer, antes de que el me deje, debo entregarle si quiera una pequeña parte de lo que me ha hecho vivir.

Sé que no soy perfecta y a cada rato me siento indigna de este amor que sé  que me tienes, me pregunto, como  amas a esta mujer temblorosa, viciada, llena de heridas, esta mujer que le tiene miedo a los rayos, este mujer que a veces puede ser tan malvada y tan dulce, esta mujer que le tiene terror al silencio. 

Hay un cuento. Lo juro. ¿acaso si seré lo suficientemente buena para relatar esa historia?

La historia de un amor entre una mujer desvencijada, que no quiere ser arreglada, en absoluto, y de un hombre profundo y ancho como el mar en donde, al contrario de otros amores corrientes, el amor se convierte cada día en algo mas hondo y complejo, donde pueda mencionar  tu serenidad, tu risa de niño mientras te arrullo y te llevo el café;  el como vas en mi auxilio en las noches de pesadillas y como no me molestas cuando estoy profundamente concentrada en cosas que no sabré expresarte nunca.  

Jamás tuve tanta admiración hacia alguien, pensaba infantilmente que los gran personajes eran carismáticos, oradores natos y sorprendentes, ahora, mientras más conozco nuestra condición humana me parecen esos personajes una caricatura, algo grotesco. Hasta yo misma  parezco una payasa.


Te pido, no me tengas compasión, no me mires con lástima, no pretendas engañarme cuando ya no puedas amarme más... No es fácil amarme y lo sé, incluso sé que mi mayor habilidad es crear la más profunda animadversión a mis detractores, sin embargo, si aún me amas promete amar como siempre ha debido amarse, desnudos de todo.

Te ama inmensamente, 

Jazz 
2015

Paradoja



Consultas afanada las líneas sinuosas
Que entre las rendijas
Ha venido el tiempo a colocarte.

Decides entonces,
maquillar las imperfecciones de la vida monótona,
lápiz labial para fingir la sonrisa,
pestañas largas y rizadas
para ocultar la  oquedad de los ojos,
alcohol antiséptico para que las lágrimas puedan salir.

Te vistes despacio,
Como recuperando los sueños en cada media velada,
Hace tantos años eras joven y ahora tus senos bailan con la gravedad.

Te miras al espejo, pero no te reconoces,
Y tus invitados solo pueden adular la mascara

Dicen, extasiados, que perfecta belleza.

Sobre el amor





I
¿Soy yo esta mujer que anda conmigo...?
Hilda Hilst

Cuando me dio el anillo de compromiso
Entendí que era eso lo que había estado esperando
Las rosas blancas,
el ajuar, 
la lencería de encaje;
El amor pausado  y a las buenas horas,
Siempre antes de dormir, encima de ti,
Con los gemidos justos del amor
las palabras cómodas,
Las noches certeras
Los libros de cuenta organizados y en superávit,


La vida, podía ser sencilla.

02 agosto, 2015

Querido Mr. Hyde

Empiezo por decirte que estoy enferma,
seriamente enferma de tiempo 
y de mortalidad, querido… 

Hay mucho dolor entre estos dedos
y te pregunto
¿Estás dispuesto al desangre?

Yo sí,
 siempre le he apostado  al sello de la moneda,
 siempre.

Tus manos  desde la oscuridad 
me acechan, 
desde el primer giro de la luna en torno a los mares y al silencio primitivo
y yo sangro entre tu dedos...

todo el tiempo estoy pensando en ti
en el retumbar de tus ojos
un eco que repite
hallémonos