Filigrana del aire
Donde el mundo existe, existe el lenguaje; el mundo no existe jamás sin la palabra —existe solo en la palabra—. Sin la palabra, el mundo no existiría. Franz Rosenzweig
21 octubre, 2017
02 agosto, 2017
Una carta para decir Feliz Cumpleaños…
-El tiempo es nuestro mayor enemigo amiga –
Digamos que somos una sucesión de momentos, un presente que
se dilata y que progresa, que todas las imágenes que tengo tuyas son siempre
las mismas, riendo con la boca y con los ojos un poco gatunos que tienes…
moviendo las manos, habitando todo cuando hablas y relatas una historia… tus
silencios cómplices.
Me descorazona el no poder haber asistido a la celebración
de tu natalicio pero leí tu poema y tu nombre danzó en el aire barranquillero
como cuando lo escribí en esa casa tuya - que se volvió mi casa también- cerca
al Mar…
( todo el tiempo estoy rezando en tu nombre querida y me
preocupa el tiempo que no es otra cosa que distancia)
¿Podrás perdonarme estas ganas que tengo de no extrañar a
nadie? Y sin embargo todo mi ser se concentra en imaginarte sonriendo este y
todos los 29 de julios que han de venir.
Te amo.
27 marzo, 2017
Una mujer necesita un trago
Por aquellos días el insomnio no daba tregua. Se sentaba lento en el borde de
mi cama, deslizaba suavemente las cobijas y se me atornillaba en los tobillos, en los glúteos,
en el pecho, me recorría extensamente las piernas y luego me penetraba duro, rápido
y tenazmente. Ya después no me sentía de otra forma sino como abandonada, elevaba
las piernas, ponía música baja, organizaba el chiquero que había amontonado por
días y si no encontraba algo que beber, salía a la calle a intentar que algún tipo me invitara.
Cuando llegué al bar estaban cerrando. Había tres parejas bailando
lento, ebrias de deseo y alcohol y cigarrillos baratos. La música alegre
contrastaba con mi estado pero no importaba, yo estaba allí para
conseguir una cerveza y con quien olvidarme de la agonía. Un rubio se acerca
a la barra y me mira con lascivia y sin embargo
no lo prefiero; tal vez alguna mirada tierna me vendría bien, un beso en la
frente, en los ojos, en la concha y todo estaría bien a pesar de que luego no
podamos ni acordarnos de nuestras caras. Dick, el Barman, interrumpe mi
pensamiento y me dice que debo irme yo le lanzo na mirada cómplice
que inmediatamente rechaza, no me dejará quedarme y aunque se la chupe no me va
a dar ni una maldita cerveza. Salgo a la
calle.
¿A donde corren las almas desamparadas esta noche de abril?
El rubio ha esperado a las afueras del bar me ofrece un cigarrillo y saca una botella de alcohol
artesanal de la Sierra, me dice que vive cerca y que si gusto lo acompaño, pienso que en mi apartamento me espera mi diminuta cama, con sabanas sucias del sudor de abstinencia y le digo que sí y le ofrezco una
sonrisa, le muestro la fila lustrosa de cada uno de mis blancos dientes superiores…
yo soy una mujer frágil y vamos ¿A qué hombre no le gusta las mujeres frágiles? Les gustan las niñas, hermanas, madres, mujeres dóciles y de culo fácil, esas que se cojen cuantas veces lo desean y que luego sufrirán con el abandono y bueno, yo estoy aquí con mis pechos grandes diciéndote con mis teclas como dientes que lo seré, claro que sí chico, me portaré bien si me das dos o tres tragos y prometo no olvidarte y llorar en tu nombre luego para que las noches de abril no te sean tan miserables...
yo soy una mujer frágil y vamos ¿A qué hombre no le gusta las mujeres frágiles? Les gustan las niñas, hermanas, madres, mujeres dóciles y de culo fácil, esas que se cojen cuantas veces lo desean y que luego sufrirán con el abandono y bueno, yo estoy aquí con mis pechos grandes diciéndote con mis teclas como dientes que lo seré, claro que sí chico, me portaré bien si me das dos o tres tragos y prometo no olvidarte y llorar en tu nombre luego para que las noches de abril no te sean tan miserables...
-Vamos-
27 diciembre, 2016
Eufemismos
"A Sonia la desaparecieron,
es decir,
la desnudaron
y le metieron 300 veces 4 vergas distintas.
es decir,
la desnudaron
y le metieron 300 veces 4 vergas distintas.
La torturaron,
Es decir,
Le apagaron cigarrillos encendidos en los pezones,
en la vagina,
mientras,
los perros lamian sus pómulos mojados,
y los señores Youtubers montaban escena para el espectáculo y la novela,
en un país de insomnio y desmemoria
del cual yo no tengo coordenadas”
Es decir,
Le apagaron cigarrillos encendidos en los pezones,
en la vagina,
mientras,
los perros lamian sus pómulos mojados,
y los señores Youtubers montaban escena para el espectáculo y la novela,
en un país de insomnio y desmemoria
del cual yo no tengo coordenadas”
Jasmine Acosta
01 agosto, 2016
Trago de nostalgia
La lluvia sisagea bajo el influjo del viento
Y un trago duro de saliva se queda suspendido en mi pecho,
¡atoramiento de ternura irresoluta!
¡Estado de comunión con
todas las cosas!
Una inmanencia dura,
perdurable
Un estado de suspensión temporal
mientras tambalea la gota en mi cielo
JA
Exploración sobre la melancolía
Así como la sucesiva progresión en el levantamiento de peso de los deportistas que practican la halterofilia, así me ejercito con la escritura. Bienvenidos y espero que comenten, pueden escribirme al correo si gustan
¿Cuanta melancolia está dentro?
Ahora mismo el vaivén de este bus me resulta enternecedor, me digo, tienes tiempo, puedes escribir aunque las letras te salgan algo chuecas, aunque la retina probablemente se desprenda como hoja de celofán si insistes.Y es que no hay nausea, no hay vértigo, en este bus intermunicipal destartalado, solo el olor amplio de la tierra recién mojada, el cuaderno en mis piernas, el dolor menstrual en mi abdomen.
Tanto es la sensación de tiempo gastado que las horas aparentemente muertas del tedio resultan ser el verdadero motor de una vida, y aquí estoy, si es que se me permite esa conjugación pues ando estando, en el sentido más estricto.
Observo a la mujer que lleva a la niña de rizos negros, al chico de doce años que trata de ocultar en una bolsa de papel lo que parece ser un pájaro, veo su respiración fingida, las manos que sudan, el mordisqueo impaciente de sus labios, que lleguemos pronto, imagino que piensa, que lleguemos pronto. A mi lado una matrona cartagenera, un olor rancio de entre sus axilas, una bolsa de caramelos entre sus piernas, sabe bien cual es el propósito de su viaje.
Yo, no lo tengo seguro.
Tanto es la sensación de tiempo gastado que las horas aparentemente muertas del tedio resultan ser el verdadero motor de una vida, y aquí estoy, si es que se me permite esa conjugación pues ando estando, en el sentido más estricto.
Observo a la mujer que lleva a la niña de rizos negros, al chico de doce años que trata de ocultar en una bolsa de papel lo que parece ser un pájaro, veo su respiración fingida, las manos que sudan, el mordisqueo impaciente de sus labios, que lleguemos pronto, imagino que piensa, que lleguemos pronto. A mi lado una matrona cartagenera, un olor rancio de entre sus axilas, una bolsa de caramelos entre sus piernas, sabe bien cual es el propósito de su viaje.
Yo, no lo tengo seguro.
01 julio, 2016
Estoy llena de ebriedad de mi misma
Estoy llena de ebriedad de mi misma
Ahogada en una bruma pesada que me atraviesa el lóbulo frontal…
Una y otra vez
Una y otra vez
Una y otra vez
Estoy llena de ebriedad de mi misma
Estoy llena de ebriedad de mi misma
Ahogada en una bruma pesada que me atraviesa el lóbulo frontal…
Una y otra vez
Una y otra vez
Una y otra vez
Hoy me pintaré los labios
Y fornicaré mientras expongo
las entrañas
¿Habrá ternura en algún
amante?
¿Llorará conmigo al ver la
larga noche que nos circunda?
30 junio, 2016
¿De donde nace la melancolía?
-Me pica mucho la media mamá, ¿puedo quitármela?-
y luego, la mirada justiciera de unos ojos grandes, negros y profundos que
daban a entender que ni se le ocurriera aquello y que el tema finalizaba allí
sino quería ganarse un pellizco.
La tarde estaba caliente y húmeda, los buses escaseaban y la
pollera se le pegaba a los muslos empapados en sudor. Las medias que le habían
obligado a utilizar tenían a los costados, justo en el tobillo, unos apliques
como flores, la costura era insoportable,
sin embargo, a su madre le parecía que se venían hermosas y con eso bastaba.
Llegaron a la casa de la abuela a eso de las 4 de
la tarde, los primos ya habían empezado a jugar a la lleva en el nuevo piso de
asfalto, a Yajaira se le hizo que el lugar parecía más a una gallera y que
ellos eran unos gallos de pelea y ya no le apeteció jugar y le dio una nausea
terrible y pidió permiso para estarse en el cuarto. –Esa niña no tiene remedio-
dijo una de las tías – Siempre encerrada – continuó.
Se tumbó bocarriba en el catre que había pertenecido al abuelo, se quitó
las medias y el pesado vestido de tul. Estaba aburrida. Y vestida como estaba,
solo con la ropa interior, no podía salir al patio a refrescarse. Decidió, para
distraerse, hurgar en los cajones arrinconados que poblaban la habitación. Empezó
con el baúl de caoba macizo. Lo abrió con cuidado y pensó que el corazón iba a
salirse por la boca cuando las bisagras empezaron a sonar, sin embargo, el
aullar constante de sus primos en el patio y el parloteo y las risotadas de las
tías encubrieron el sonido. Dentro,
fotos deslucidas, de gente cenicienta que nunca había visto, boticas de bebé tejidas
y en el fondo especie de tripita
pinzada, un muñón de ombligo.
****
Hace más de 20 años aquello y todavía la infancia retorna a esa imagen
desteñida y con olor a formol… Se siente lejana de todos y se pregunta ¿Cuántos
más recuerdan la infancia como aquello
que les fue mutilado de sí mismos?
19 mayo, 2016
Nuevo nombre igual administradora...
Luego de 7 años es buena la transformación.
Hace poco una amiga cineasta vino a visitarme a casa y yo, desarmada en lo que respecta a mi trabajo (ya que aún ando inedita de forma material) le alcancé lo que tenia más cerca: el blog. Su opinion fué descaradamente honesta... El titulo le resultaba insoportable: - Feminihistoria - me dijo en medio de un aullido - Ese titulo es horrible- continuó -Si bien es cierto que en la recopilación de historia se ha borrado sistemáticamente la presencia femenina, la Historia de la Humanidad es la historia misma de la mujer- me impactó profundamente su clarividencia; hecho que no pude dejar de lado después de haber asistido a una lectura del Kin Maya, por lo que no quise contrariarla...
Bueno y aquí estamos, no tenía en mente ningún titulo y puede que resulte luego modificandolo, pero el titulo salió de mi como una pulsión: Cantata de una mujer... ya que esta es la pieza musical escrita para esta solista que a veces soy.
También que me he iniciado en algo que llamo: booktubers... en mi propia versión, es decir, leo un cuento cualquiera y lo subo a la red... acá el primero, disculpen la mala lectura, espero de a poco perfeccionarla...
https://www.youtube.com/watch?v=wcU-vJE6-ik
05 mayo, 2016
28 abril, 2016
Día bisiesto
Lunes. La alarma
de siempre muda, insomne, con un parpado frío. Nada que hacer. Iba
a llegar tarde aunque se dejara los dientes sin lavar o decidiese salir corriendo con la ropita
sucia de alcohol y marihuana que no se había quitado. Decidió, por fin, llamar
al jefe, mentir. Nunca le había pasado, así que fue sencillo; no hubo culpa, ni
sudor en las manos, incluso empezó a sentirse realmente mal, como con tos y
fiebre antes de colgar el teléfono.
La mañana había
iniciado rara, se encontraba siendo sorprendido por una luz afelpada, que no reconocía; en la oficina en
su cubículo en la parte trasera del piso veintidós solo se adivinaba el rumor del mundo abajo,
recordó cómo se sentía una hormiga cada
vez que escuchaba lentamente a la gente
de afuera, como le abordaba una sensación de lejanía con todo y todos.
Fue al baño y
luego de una ducha rápida ya todo podía estar muy bien, iría al súper,
compraría las revistas de siempre, una película porno y luego podría hacerse un
almuerzo decente, con ensalada incluso. Fresco se dirigió a la puerta; cuando
ya tenía las llaves en la mano izquierda y se disponía a salir fue abordado por
un sobresalto confuso. Un miedo
irracional fue creciéndole por debajo de la piel y la panza, allí. Una
baba lo sobresaltaba, un temblor recorría el cuarto: no escuchaba ni un solo
sonido, ni una voz, Nada.
A esa hora por
la calle de abajo deberían de pasar cientos de autos, el bullir del colegio de
al lado, incluso la presencia de la mucama de los vecinos de arriba. Nada. Un
temor lo dejó paralizado, irresoluto. Se dirigió como pudo al espejo, comprobó
extensamente que su cara estaba allí, los mismos ojos, las mismas cejas, el
mismo ceño cojonudo de siempre. Estaba todo en su sitio y sin embargo la angustia
no se iba y volvió a sentir el vacío en el estómago, inmenso, todo el cuerpo
empezó a dolerle, le temblaron las rodillas y casi que tuvo que arrastrarse hasta
llegar a la cama. De seguro iba a morir;
las manos frías, sudorosas, los pies de plomo y un simio sobre el pecho, un
peso que no lograba descifrar, intentó
tranquilizarse, puso sus pensamientos en orden, era el, estaba en su
casa, era esa su vida, hoy había
fallado porque la alarma se descompuso. Le pareció esto absurdo, nunca se había
descompuesto, era metódico. Con terror volvió la cara al reloj que
estaba en la mesa de noche. Igual. Las once de la mañana, el segundero corría
afanosamente sin dudas. Todo igual. Era lunes. Seguía siendo de todas formas
el lunes de esta semana de ese año, no sabía exactamente qué fecha era,
había dejado de tener calendarios, no recordó porqué. Pudo levantarse y
se dirigió a tientas al comedor, los periódicos eran viejos, el cartero no dejó
el periódico usual. Seguía en la sensación de soledad absoluta. Nada. No
lograba por fin estar tranquilo. Esa sensación de extrañeza lo abordaba. Pensó
que si miraba por la ventana comprobaría que el mundo seguiría palpitando allá
afuera, el mundo en su lugar, la hormiga-gente estaría allí y el también, no se resolvió; pensó que tal vez podría de esa manera atajar el
delirio que lo invadía, sin embargo antes de descorrer la cortina, una mordaza
de miedo lo dejó sin aire. Nada, no podría ver, solo la luz blanca a través de
vidrio sucio. Viviría ese día que no
existe sino cada cuatro años.
Jazz
febrero de 2016
Una invitacion al delirio por Willie Colon
Vemos al amor
prostituido
en cada calle y
semáforo
en la camas
sudadas de las metrecices
un amor express
si me dices te amo mil veces
un delirio a dos
bocas
un delirio
mutilado e incomprensible
una imagen
plástica que no envejece
Pero que se transmuta:
en la baba de los
amantes que se encuentran
que no se
encuentran,
que no se hayan
sino en el ojo del otro.
Un ojo de ciclope
inacabado, ciego,
sin profundidad
nombramos al amor
pero no sabemos que es
¿Qué será aquello
que nos hace temblar de formas siempre humanas?
¿Qué nos crea en
la boca que dice el nombre,
Nuestro nombre?
un delirio
acompasado
una danza
desbocada de caballos
el gemido
inconcluso de los reclusos que anhelan
que siempre andan
perplejos ante la boca honda y ancha del amor.
un fantasma, un
tintineo de presencia
que cuando se
acerca el día y no nos salva del hambre.
Una embriaguez
convulsa
Un
estremecimiento que dice soy tuyo, amor mio
Y somos eternos.
23 marzo, 2016
microrelato
Amor materno
Una mujer termina de revisar las puertas -Se asegura que ninguno por los que teme pueda salir- revisa lo que va a ser del desayuno de mañana, una sucesión de alimentos que pretenden paliar las tristezas: Chocolate, pan, arsénico.
16 marzo, 2016
NARRACIONES CON DESTINATARIO
La intención inicial de esta nueva entrada fue de hacer una serie de recopilaciones de cartas que no he enviado y no enviaré nunca, el motivo radica en que no quiero enviarlas, ya que tienen un destinatario concreto pero mutable. En realidad, llamarlas en el sentido estricto cartas es un desacierto, ya que no tienen destinatario y tampoco se dan noticias: se vomita todo un soliloquio interno qué pretende darle a conocer más de mi a ese otro que me ignora: me amplio, me desconoce, osea son un intento de que el otro me conozca, pero termino en la parábola de que soy yo la que se encuentra...
08 de marzo 2016
Querido :
Tengo la sensación que siempre he
estado escribiéndote, que todas las tardes a eso de las cuatro cuando la luz
del sol empieza a apagarse sosegadamente te escribía y aún hoy te escribo;
pongo una palabra después de otra y en poco tiempo tengo toda una frase, un
orden lógico, coherente, meticulosamente escrito. En ocasiones me parece una
locura, como es eso de escribirle a alguien que no está y que antes no estuvo,
pero así me pasa y no sé cómo resolverlo sino escribiendo, puede que pase el
tiempo y termine haciéndome a un diario, pero no tendría objeto porque al final
no estaría escribiéndome a mi sino a ti.
Hoy me levanté temprano, fui como de costumbre a
estrellarme con el mar, a que me decantara, tanto escribirte ya ves que me
tiene exhausta e insana, así pasé un tiempo que no es necesario precisar, las
olas me acurrucaban, estaba siendo lamida por una luz límpida, impoluta, el
rumor del mar que me invadía y la sensación de absolución cuando te dejas
arrastrar por el movimiento constante y sensible de toda esa anchura inmensa. Increíble.
Luego pasearme por la playa con los pies descalzos, sentir como soy arena y
sal, reír desde mi día. En esas estaba cuando me encuentro una bolsita de un
rosado fosforescente, trato de describirlo mejor: un animal como fragata de un
rosado neón que va progresando a un azul también neón y que se extiende en unas
líneas también azules, comprendo que es una medusa: la belleza siempre ha de
ser mortal.
La pulsión inicial cuando la veo
toda abandonada es determinar si aún sigue viva, por un instante pienso tomarla
entre mis manos y llevarla al mar para que reaccione, luego me contengo, por
algo es que le dicen aguamala y busco un palito para poder manipularla con
delicadeza sin que acércame a ella signifique un peligro. Nada. La introduzco
en el mar suplicando y no se mueve. Una sensación de desasosiego me inunda,
pobrecita. No sé muy bien porque pero luego
hago un huequito en medio de la playa, y en eso un hombre negro mayor se me acerca, y
me dice que es lo más de sensato, joven, lo que está usted haciendo que esas
cosas pican duro y que no vaya a ser que algún niño que se la encuentre se
lastime, vaya el pobre hombre a saber
que yo no pensaba en los niños ni en los bañistas sino en la pobre aguamala que abandonada a su
suerte había terminado muriendo así de desnuda en la playa. Llego a casa, veo el periódico, hay una alerta a todos los
bañistas de Cartagena, un titular que reza “Alerta, Alerta en playas de
Cartagena por presencia de Carabela Portuguesa” me encuentro fascinada,
carabela portugesa, me repito mil veces, carabela, caravela, carabela, portugesa.
Esa pequeña bolsa fosforecente ha viajado miles de kilómetros desde Portugal y
ha venido a encontrarse conmigo; a cazado a peces verdes, azules, rojos, y hoy me
ha regalado la Muerte bella en la playa. Ulula el viento en esta casa de playa y
me encuentro feliz por un instante, recuerdo los versos de Rimbaud de siempre,
concluyo que la belleza no es solo amarga sino que arde doblemente.
Jazz
16 de marzo 2016
Amor mio:
Sigues empecinado en no ser un personaje, a cada rato te conjuro a ti y a tus palabras , pero tus besos me acechan por las noches, tu sexo se mete en el mio, humeante, y encuentro pestañas tuyas debajo de mis senos. Amor mio, amor mio, amor mio, ¿Por qué este recordarte continuo si tengo el mar y la playa? ¿Por qué este leer para ti en voz alta? ¿Por qué este escribirte siempre, todo el tiempo?
Guardo pedazos de vida para contarte. Hay una nueva cicatriz que no conoces y me asusta, ya no veras a la misma de hace dos meses, ya habrás también cambiado y otra mujer se habrá robado tu risa, me habrá robado; mis indecisiones me asaltan, me huyen amor, pero vienes y me abrazas fuerte y estás.
Me duelen los ojos y poseo una obscuridad bajo ellos que son solo tuyas y de la poesía, solo tuyas y de la poesía. Amor mio ¿Cuantas noches nos separan? ¿Como se puede extrañar desde siempre? Desde siempre te he amado, todas las noches con otros hombres se me hacen fútiles, vanas, huecas, ya no me acuerdo de sus caras ni de sus manos. Me digo que podré sobreponerme pero es que en realidad no quiero, no quiero que se me olviden tus ojos, esos ojos café, tus manos niñas en mi pecho, tu voz rugosa que me atraviesa.
Se mueve una cortina y presiento que eres tu, que vuelves después de haber salido a por pan mientras destapo la cerveza que compramos, o más bien, la destapas, porque sabes que mi torpeza no me da para esas tensiones ligeras, amor, amor ¿Te has ido para que yo pueda escribirte? Si es eso por favor no lo hagas, quedate conmigo en mi noche, abrazame, que no hay nadie que me abrace, besame, escribeme...
Tuya Siempre
Jazz
Amor mio:
Sigues empecinado en no ser un personaje, a cada rato te conjuro a ti y a tus palabras , pero tus besos me acechan por las noches, tu sexo se mete en el mio, humeante, y encuentro pestañas tuyas debajo de mis senos. Amor mio, amor mio, amor mio, ¿Por qué este recordarte continuo si tengo el mar y la playa? ¿Por qué este leer para ti en voz alta? ¿Por qué este escribirte siempre, todo el tiempo?
Guardo pedazos de vida para contarte. Hay una nueva cicatriz que no conoces y me asusta, ya no veras a la misma de hace dos meses, ya habrás también cambiado y otra mujer se habrá robado tu risa, me habrá robado; mis indecisiones me asaltan, me huyen amor, pero vienes y me abrazas fuerte y estás.
Me duelen los ojos y poseo una obscuridad bajo ellos que son solo tuyas y de la poesía, solo tuyas y de la poesía. Amor mio ¿Cuantas noches nos separan? ¿Como se puede extrañar desde siempre? Desde siempre te he amado, todas las noches con otros hombres se me hacen fútiles, vanas, huecas, ya no me acuerdo de sus caras ni de sus manos. Me digo que podré sobreponerme pero es que en realidad no quiero, no quiero que se me olviden tus ojos, esos ojos café, tus manos niñas en mi pecho, tu voz rugosa que me atraviesa.
Se mueve una cortina y presiento que eres tu, que vuelves después de haber salido a por pan mientras destapo la cerveza que compramos, o más bien, la destapas, porque sabes que mi torpeza no me da para esas tensiones ligeras, amor, amor ¿Te has ido para que yo pueda escribirte? Si es eso por favor no lo hagas, quedate conmigo en mi noche, abrazame, que no hay nadie que me abrace, besame, escribeme...
Tuya Siempre
Jazz
06 marzo, 2016
RELATO DE CIERTA PARTE DE LA NOCHE DEL 6 DE MARZO
I
Supongo que escribo porque así me
pienso en línea recta, o tal vez no, pero pienso mejor con las manos que sola,
siempre estoy parafraseando o contando mal los chistes, mi torpeza es
totalizadora. Ayer mientras departía con lo que Ospina llama los pocos buenos amigos de pronto se suscita
una escena dantesca; un hombre corre por el camellón de los mártires siendo perseguido por dos policías, observo divertida la graciosa danza, sudados,
corriendo, pero con cierto dejo de no
querer alcanzarlo; los policías abochornados por que el otro corre, sudorosos,
ridículos. Soy toda una carcajada y participo en el corrillo que estimula la
escena, el director de esta película estoy segura que es Buñuel.
Luego cruje la realidad, se
desmorona el mito: el hombre, desde la profundidad de su caverna obscura pide
ayuda, dice repetidamente SAL-VEN-ME; AYU-DA, SAL-VEN-ME; AYU-DA, ahora tengo
en cámara lenta sus labios diciendo esas palabras, entonces volteo a observar a
los demás compañeros de escena, observo sus caras, están detenidos por el
cambio, por la transición, asombrados y mudos, sin forma alguna. No iban a
ayudarlo. Ahora no tengo seguro porqué tome la decisión de ir a su auxilio;
para mí me resultó una pulsión, vi en sus ojos miedo, sentí el terror absoluto
que lo invadía, su sudar pegajoso y mortecino, una pulsión, un desconocimiento,
un tiritar desde los huesos mojados por la violencia.
De pronto me encuentro aferrándome a ese hombre negro, lo abrazo tan
fuerte que creo que voy a romperle las costillas, empiezo a suplicar los
motivos por los cuales va a ser detenido, no hay respuesta, solo son ojos
puntiagudos señalando, unas manos que forcejean, un odio que no sé muy bien de
donde viene se, quiero soltarlo, hay otras personas que están mediando,
tratando de llegar a una solución pacífica a todo este malentendido, sin
embargo su voz es constante, su suplica inmisericorde: no me dejes solo, no me
abandones, no me dejes solo, no me abandones, su terror que ahora es el mío y
del cual intento huir nos une, danzamos desaforadamente, al unísono.
Luego el dolor, intenso, repetitivo
en mi pie izquierdo, alcanzo a pensar que no es normal sentir el dolor con
tanta intensidad y ritmo, una clarividencia: me están lastimando de manera
intencional, busco como puedo de dónde proviene el dolor, un pie, unas botas,
una cara que goza. No digo nada, pero me quedo con su cara tatuada en la
retina. Nunca había visto con tanto
detalle: su color de piel, sus cicatrices, el color verde asco inundándolo
todo. Accedemos finalmente a ser conducidos a la estación porque se había dado
que mucha más gente se unió a la escena y se había formado una masa sólida,
compacta de gente y debíamos aligerar la tensión. – Vamos –
Me tranquilizo y un dialogo tierno se da entre
los bailarines – Gracias- una mirada cómplice cierra nuestro trato. Le pregunto
por qué huía y me dice: porque iban a requisarme y no entiendo. Me explica, que
ha visto de cerca como meten merca a cualquier transeúnte para tener una productividad
y que a mayor productividad mayor ascenso ósea más plata. Tiemblo. En ocasiones la realidad supera a la ficción.
Me asalta el entendimiento de lo desventajoso de la situación y acordamos nos hacernos los huevones.
II
Wilson hace manifiesto el tono de
ese carro y vomita, le digo que esté tranquilo, que era necesario.
III
La requisa en orden, ya pronto
podremos irnos, estoy descalza y no entiendo muy bien por qué, me duele
horriblemente.
Mientras, recuerdo con ardor la
cara del hombresitoverdeviolento, le
exijo su nombre, le digo incisivamente que sé
lo que hiciste, tu y yo lo sabemos, como es posible ese placer tuyo ante mi
sufrimiento, sabes hacer tus vainas perro, por supuesto entre tanta gente es
normal que lo pisen a una, lo hacías
pero que no se viera que lo estabas haciendo, porquería. No niegues que eras tú,
te vi, que me sé cada una tus arrugas, como sonríes, como debes de verte encima
de la mujer que dices tener, te conozco,
aún no se tu nombre pero lo tendré, a tu imagen le asignaré el nombre
que te corresponde hombrecillo, entonces su negativa insistente, mi
indignación que me crece como espuma, que me aborda, que me inunda que me lo dé
malparido que de esta no te salvas y un flash con los ojos cerrados, un
chillido en el oído izquierdo, no tengo
opciones: me voy a hacer matar, este malparido me va a matar, lo agredo, nos
gritamos, creo que lo muerdo y si no te mordí malparido te muerdo ahora
hijueputa.
Wilson me dice que me tranquilice
y un trueque desigual se gesta, que se
vaya señorita que acá vamos a ignorar que usted agrede a un oficial de la
policía que eso da cárcel, si no dice nada de lo que acaba de pasar. No tengo
el nombre.
IV
Ahora me siento abandonada, los
brazos adoloridos, el pie sangrante, Wilson por fin sonríe, nos abrazamos y
empezamos a caminar al lugar inicial, un dolor seguido de otro, una pisada
fosforescente, y sus brazos en torno mío, consolándome, un silencio tierno nos
circunda, estamos juntos y luego nos encuentran varias mujeres, un circulo se
forma y no hacen falta las palabras
porque hay miradas cómplices en todos lados; sé que suena pretencioso pero ya las
mujeres entendemos el mundo que la solidaridad se nos hace natural , la
compasión y tenemos una absoluta perplejidad ante la violencia; Wilson me
desmiente. Hay hombres igual o mucho más de compasivos y mujeres que no aman ni
a los hijos. Encuentro que en todo tiene la razón, que son poca la gente que se
solidariza ante el dolor y que actúa en coherencia al impulso. Le beso la mano.
Gracias.
26 febrero, 2016
....
se supone que por ser mujer deberia percibir diferente el mundo, con mas dolor o menos, no lo sé, y se supone tambien que deberia ser estoica al dolor, dejar que pase, que me circunde y entre el mi. Se supone que deberia estar condenada a la vida bajo la luna, sus veintiocho dias de muerte, a las lecturas de Tarot, a las cuentas bancarias gordas, a la liberacion femenina... pero se me hace tan lejano todo, tan absurdo todo.. comparto la melancolia de las mujeres, la vagina humeante, pero este dolor en los callos me resulta inexplicable... he intentado preguntarle a mi madre, que me explique con su intuicion de angel que es este dolor que me aqueja en los dedos, que si sirve para algo, que si existen opiodes que pueda tomar, que deba tomar... y la busqueda estetica que no me llega ni por asombro... eso sí es mas horroroso, le digo, y me mira con ojos crisalidos, sé que no entiende, yo no me hago entender y sigo en mi busqueda mancillante. En la busqueda, en la busqueda, en la busqueda, en la busqueda, en la busqueda, (por instantes tiembla la realida siento que se desbobla el tiempo) en la busqueda, en la busqueda, en la busqueda (y la sensacion de abismo, abismo, abismo) y la busqueda...
y ayer que no pude dormir... y hoy que no he podido estudiar y yo y la búsqueda y las palabras las palabras, las palabras... No lo se, tengo ganas de vomitar... Vomito, Bienvenida la Nausea
PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE
La velocidad con la que vengas
está dada por mi facultad de ignorar tu ubicación.
Soy consciente de mi papel de observadora
Y en como afecta en todo a las variables,
El azar del mundo, la duración de las estaciones.
En esta espera estoy segura
que los hilos de la Física son también femeninos.
Jazz
2010
¿Y vale la pena que sufras, principiante?
(Advertencia de Vicent van gogh)
Amiga mia,
te desplazas por el tiempo
Viajas a la nada de la cual provienes.
!No pierdas el tiempo en eternizarte en pinturas,
en poemas escasos,
en islas desiertas!
Solo acumularas derrotas,
dolores y callos en los ojos
de tanto ver el dolor del mundo
y lastimarte...
Amiga escuchame a mi
a tu gran amigo Van Gogh
que tuve que esperar la muerte,
!Perder la oreja y cordura!
!Entregar todos los dientes al espejo!
Alejate pronto,
antes que la ponzoña del Arte
invada cada uno de los huecos
que supieron hacerte.
!Alejate! ahora que entreves
por tu pequeña brecha al tiempo,
ahora,
donde la Nada te zumba
quedo al oido
2010
(Advertencia de Vicent van gogh)
Amiga mia,
te desplazas por el tiempo
Viajas a la nada de la cual provienes.
!No pierdas el tiempo en eternizarte en pinturas,
en poemas escasos,
en islas desiertas!
Solo acumularas derrotas,
dolores y callos en los ojos
de tanto ver el dolor del mundo
y lastimarte...
Amiga escuchame a mi
a tu gran amigo Van Gogh
que tuve que esperar la muerte,
!Perder la oreja y cordura!
!Entregar todos los dientes al espejo!
Alejate pronto,
antes que la ponzoña del Arte
invada cada uno de los huecos
que supieron hacerte.
!Alejate! ahora que entreves
por tu pequeña brecha al tiempo,
ahora,
donde la Nada te zumba
quedo al oido
2010
15 febrero, 2016
APUNTES SOBRE EL AMOR
Me
han roto el corazón y lo he roto, casi han pasado 16 años desde que accedí por
primera vez a amar y he amado de tantas formas diferentes que ahora no concibo al amor como una piedra estática,
para mí, es un río de llamas, de lava creciente, un río de pasión, en ocasiones
un río de ternura y de miradas, un río de silencios, de palabras y de poesía. No
creo que sea capaz de casarme, a lo sumo viviré con alguien hasta que ya no sea suficiente; jamás volveré por compromiso,
por deber, ya que el amor debe ser la
luz que nos fulgure, un bosque en llamas, un rayo destrozando todo lo que creías conocer, donde
se renace y se está suspendido en un beso, enredado en otro, con ojos cansados por evitar parpadear, ante el miedo a que la
imagen de lo amado huya. Es el amor el miedo a perder y saberte vencedor.
01 febrero, 2016
Plumas para unas alas
Olga Orozco
Un metro sesenta y cuatro de estatura sumergido en la piel
lo mismo que en un saco de obediencia y pavor.
Cautiva en esta piel,
cosida por un hilo sin nudo a esta ignorancia,
aferrada centímetro a centímetro a esta lisa envoltura que me protege a medias y por entero me delata,
siento la desnudez del animal,
el desabrido asombro del santo en el martirio,
la inexpresivo provocación al filo del cuchillo y al látigo del fuego.
No me sirve esta piel que apenas me contiene,
esta cáscara errante que me controla y me recuenta,
esta túnica avara cortada en lo invisible a la medida de mi muerte visible.
Apenas una pálida estría en la muralla:
la tensa cicatriz sobre la dentellada de la separación.
No puedo tocar fondo.
No consigo hacer pie dentro de esta membrana que me aparta de mi,
que me divide en dos y me vuelca al revés bajo las ruedas de los carros en llamas,
bajo espumas y labios y combates,
siempre a orillas del mundo, siempre a orillas del vértigo del alma.
No alcanza para lobo
y le falta también para cordero.
Y no obstante me escurro entre los dos bajo esta investidura del abismo
invulnerable al golpe de mi sangre y a mi pira de huesos.
¿Quién apuesta su piel por esta piel ilesa e inconstante?
Nada para ganar.
Todo para perder en esta superficie donde sólo se inscriben los errores sobre la borra de los años.
Y ese color de enigmas que termina en pregunta,
esa urdimbre cerrada donde cruzan sus hilos la permanencia y la mudanza
esa simulación de mansedumbre alrededor de un cuerpo irremediable
ese aspecto de falso testimonio con que encubre, bajo la misma lona, es el fantasma de ayer y el de mañana,
ese tacto como una chispa al sol, o un puñado de vidrios, o un huracán de mariposas,
¿a imagen de quién son?
¿A semejanza de qué dios migratorio fui arrancada y envuelta en esta piel que exhala la nostalgia?
Una mutilación de nubes y de plumas hacia la piel del cielo.
lo mismo que en un saco de obediencia y pavor.
Cautiva en esta piel,
cosida por un hilo sin nudo a esta ignorancia,
aferrada centímetro a centímetro a esta lisa envoltura que me protege a medias y por entero me delata,
siento la desnudez del animal,
el desabrido asombro del santo en el martirio,
la inexpresivo provocación al filo del cuchillo y al látigo del fuego.
No me sirve esta piel que apenas me contiene,
esta cáscara errante que me controla y me recuenta,
esta túnica avara cortada en lo invisible a la medida de mi muerte visible.
Apenas una pálida estría en la muralla:
la tensa cicatriz sobre la dentellada de la separación.
No puedo tocar fondo.
No consigo hacer pie dentro de esta membrana que me aparta de mi,
que me divide en dos y me vuelca al revés bajo las ruedas de los carros en llamas,
bajo espumas y labios y combates,
siempre a orillas del mundo, siempre a orillas del vértigo del alma.
No alcanza para lobo
y le falta también para cordero.
Y no obstante me escurro entre los dos bajo esta investidura del abismo
invulnerable al golpe de mi sangre y a mi pira de huesos.
¿Quién apuesta su piel por esta piel ilesa e inconstante?
Nada para ganar.
Todo para perder en esta superficie donde sólo se inscriben los errores sobre la borra de los años.
Y ese color de enigmas que termina en pregunta,
esa urdimbre cerrada donde cruzan sus hilos la permanencia y la mudanza
esa simulación de mansedumbre alrededor de un cuerpo irremediable
ese aspecto de falso testimonio con que encubre, bajo la misma lona, es el fantasma de ayer y el de mañana,
ese tacto como una chispa al sol, o un puñado de vidrios, o un huracán de mariposas,
¿a imagen de quién son?
¿A semejanza de qué dios migratorio fui arrancada y envuelta en esta piel que exhala la nostalgia?
Una mutilación de nubes y de plumas hacia la piel del cielo.
20 enero, 2016
INTUICIONES
Hice toda una algarabía muda esta
mañana. No me levanté a la hora, me dejé tres dientes sin lavar y me quedé en
una especie de noche plástica; tres bolsas de basura sirvieron para tal
propósito, ahora que lo pienso deben de sentirse inútiles estando desparramadas
sobre la extraña física del vidrio, extranjeras, como todo lo de este cuarto,
que si llevaran dentro de sí miles de litros de procesada materia fecal. Iba a
utilizar la palabra mierda, luego pensé en las señoras, en la imagen horrible
que las acompañaría toda la mañana si escribía esa palabra, las bolsas
repletas, calientitas, llenas de aquel líquido repugnante, mierda, mierdesita,
mierdota; claro, debía de evitarles el disgusto.
Definitivamente es esto prueba de
insanidad, creo que podría convencer a todo un jurado si me lo propongo, diría
algo asi como: En pleno siglo XXI es muestra de total desadaptación y de
potencial peligro para la sociedad aquella persona que prefiere la ensoñación,
el aislamiento social, el juego perpetuo con las palabras que asistir a clases metódicamente
adecuadas que pretenderán formarlo como ente útil. Sí sí. Escuchar perros en
las noches que vienen a mordisquearte los dedos, despertarse con la vagina
triste, hartarse de la misma masa que traga siempre, muestras clarísimas de rayadura
de coco, tendencias esquizoides, plata perdida para los pobres padres. Ahh
pobres padres, sobre todo eso, no sabian el daño terrible que habían hecho al
leerle “Canción de la vida profunda”, perdón, esa no soy yo, a un poeta
cereteano le han hecho eso, a mi, me leyeron Rapunzel niña hechicera y me
pusieron a ver documentales de Carl Sagan sin saber si quiera quien era ese
tipo... Heidi fue la tragedia mas grande cuando descubrí que no estaba en
ningún Alpe Europeo, que no existían las cabras sino iguanas y mosquitos, que
el abuelo astuto no era más que una foto añejosa en el fondo de un baúl que
representaba los miles de hijos que toda buena mujer debe de parir.
RAPUNZEL NIÑA HECHICERA
Esa niña de muchos años
está cansada de Walt Disney
y sus cuentos de princesas,
sus hombres azules,
el detener la ceguera con el
llanto.
Se halla también cansada
del tirar obstinado de jirones de
cabellos,
el mirar continuo por la ventana,
el siéntese bien, cierre las
piernas,
coma poco.
Sola, en la pequeña soledad de su
torre
decide amarse a dos manos
lo hace a prisa, como violándose,
deteniendo el espacio-tiempo
entre los dedos.
Las manos exploran
como animales hambrientos
mientras ella siente cómo se
expande
y contiene la vida en un quejido.
Atrás,
a unos cuantos metros de la puerta,
la bruja también espera
mientras se peina apaciblemente
con ojos que miran al marco
donde no hay espejo.
Ella ignora la magia de manos y rodillas
de Rapunzel, su niña hechicera.
Ahora destruyo todo, cojo mi
lápiz y empiezo a rayar obstinadamente los versos escritos. Ni siquiera eso
puede llamársele originalidad, la búsqueda estética es ruin, no conduce a
ningún lugar, todos los sitios son el
punto de origen. Empiezo a recoger pedazitos de sueños esparcidos, que tal vez
sea este el único lugar donde cubramos los espejos en las tormentas, que tal
vez este sea el único lugar donde se guarden ombligos como tesoros, que tal vez
sea este el único lugar donde una mujer con dolor de dedos pueda destacarse.
¡Ja! ¡Que gran farsa la que me metieron por los huecos! Que vida productiva si
estudiaba, que vida longeva si comía carne, que no coma cuento sino huevo, que
el huevo sube el colesterol, que si soy flaca de pronto y me levanto un viejo
lleno de plata, que lo que cuenta en la mujer es la masa cefálica, que para qué
masa cefálica si tengo un buen par de tetas, que si tengo algunos
centímetros más cerca al ombligo soy una cosa horrible, que tranquila aquí se
la operamos a precios módicos, en cuotas y le tomamos fotos para que pueda
montarlas al Facebook. El que no tiene Facebook no existe, cómprese cámara,
EXISTA. Andará el pobre Descartes revolcándose en su tumba, exagero, no creo
que un puñado de tierra pueda revolcarse en el sentido más estricto.
Hay tan poco tiempo y a la vez
demasiado. Me distraigo cogiéndome a ese, a esa, a esos. Antes de poder
siquiera pronunciar palabra alguna ya tenía en la espalda la marca
suramericana, tiene forma de pez, cosa extraña: a cierto mito judeo cristiano
también se le representa de esa manera. Pienso que la verdad se halla tras las
paredes. Cojo un martillo: martilleo, solo caen costras de la vieja pintura
barata y se observan los ladrillos que están detrás. El ladrillo hace parte del
todo que es la pared, sabe ser ladrillo, quiere ser ladrillo, es feliz siendo
ladrillo, contribuyendo a eso que se llama pared, yo por el contrario no sé lo
que soy, no sé si quiero serlo, no soy feliz siéndolo y no tengo idea alguna de
a que estoy contribuyendo. Yo nunca sé, siempre parafraseo. Alguien ya lo
dicho, siempre alguien ya lo ha dicho. Hace parte de mi el lenguaje, esa
vocesita que siempre está al acecho me guía, el hecho que me diga las cosas en
Español y no en francés o alemán o mandarín, ya es algo, por algo empiezo.
“ La palabra es el hombre mismo.
Sin ellas, es inasible.
El hombre es un ser de palabras.”
Sin ellas, es inasible.
El hombre es un ser de palabras.”
Octavio Paz
Por ahí veo a otros perdidos,
digo perdidos porque podrían estar haciendo otra cosa, como siendo buenos despellejando chivos,
afinando guitarras, expurgando piojos, algo que requiera verdadera maestría,
verdadera, como se llama, habilidad. Por ahí andan los del neoviceralismo, los
post post nadistas, hasta los neoultrarenacentistas. Ahora que se acabó la
iluminación de los franceses, donde a cada movimiento literario corrían a
hacerle eco criollos, ahora que los franceses andan igual de aburridos,
entretenidos con Carlas Brunis e idas a la India, ahora sí nos jodimos, vemos
venexuela, Brasil, las argentinas, el mejico… alzamos la vista, ilusa, alzan la
vista, diciendo con agua en las cuencas: algo que nos socorre, formen algo de
donde asirnos y aquí si digo asirnos porque todos vamos en la misma búsqueda.
18 enero, 2016
Los Kolynos
1
*****
Era viernes y después de las
cuatro de la tarde en el parque del barrio empezaba la verbena, yo tenía que
dejar listos los cuadernos, organizar la lista de las tareas, inventarle alguna
buena excusa a mi mamá para que me creyera – ¡Que no mamá! Le gritaba desde la
puerta - ¡Que mañana no hay preICFES, que pa’ el próximo fin de semana! – y me
iba corriendo antes que hiciera las
cuentas y llegara a la conclusión de siempre, que estaba mintiendo.
Iba con el vestidito azul neón, para matar de envidia a la Manuelita, que el viernes pasado sacó
unos patines morados, la verdad chimbitas, que se los había traído desde Sydney
la tía de ella – ¿La que anda puteando, ¿cierto? – y acto seguido el mechoneo y
las palmadas a las tetas pa’ que me
soltara; le había cogido el ruedo a la falda a mano y ahora sí estaba listo.
Nos sentábamos en las gradas del
parque, junto a las canchas, a ver jugar
a los de baloncesto de la selección Cesar, todos altos, esbeltos y universitarios,
yo, redondita en lo justo, llegaba con mi tumbao’ mirando a los de once pa’ ve
quien se iba a mandar el guaro o el porro, lo que llegara primero; yo prefería
el porro, por supuesto, por lo del viaje
que a uno le dura máximo unas tres horas y siempre existen las gotas y porque
luego no tenía que llegar corriendo a mi casa a meterme dos tomates maduros
dizque pa’ que no me sintieran el tufo y evitar por lo menos una de las
fueteras que ya me tenían guardadas.
- Venga mona sin miedo- me decía
uno de los de once, el Mario, un tipo alto, moreno, con músculos que yo ni
tenía idea de que existieran, marcados; me acerqué a ellos prevenida pero
resuelta, ya que había apostado los patines con la Manuela a quien perdiera la
virginidad primero, acto seguido me enseñaron la marimba y como vieron que yo
no mostraba ni un ápice de asombro siguieron con el desenmoñamiento, de pronto,
un tipillo de la nada sacó un grinder, un cilindro grueso, que hace del proceso del desenmoñamiento
simple y estético, el tipo se llamaba Fabián y tenía familia en la USA, le
habían puesto a repetir once por, me enteré luego, problemas de conducta y a mí
se me hizo delicioso; blanco, robusto, con una ojeras de mil días y con un refinamiento
al decir las palabras grinder, roll, pot, que yo repetía entusiasta, disléxica hasta el coño, mientras él las repetía una
y otra vez con una ternura y paciencia que yo nunca había visto.
******
Etiquetas:
cuento,
en proceso,
quiero comentarios
07 diciembre, 2015
CARTA A EL AMOR...
Amado Dai:
Hay un cuento que empecé para ti... aún no lo termino pero esta entre mis más profundos planes, me digo: antes de morir, antes de irme con otro hombre o mujer, antes de que el me deje, debo entregarle si quiera una pequeña parte de lo que me ha hecho vivir.
Sé que no soy perfecta y a cada rato me siento indigna de este amor que sé que me tienes, me pregunto, como amas a esta mujer temblorosa, viciada, llena de heridas, esta mujer que le tiene miedo a los rayos, este mujer que a veces puede ser tan malvada y tan dulce, esta mujer que le tiene terror al silencio.
Hay un cuento. Lo juro. ¿acaso si seré lo suficientemente buena para relatar esa historia?
La historia de un amor entre una mujer desvencijada, que no quiere ser arreglada, en absoluto, y de un hombre profundo y ancho como el mar en donde, al contrario de otros amores corrientes, el amor se convierte cada día en algo mas hondo y complejo, donde pueda mencionar tu serenidad, tu risa de niño mientras te arrullo y te llevo el café; el como vas en mi auxilio en las noches de pesadillas y como no me molestas cuando estoy profundamente concentrada en cosas que no sabré expresarte nunca.
Jamás tuve tanta admiración hacia alguien, pensaba infantilmente que los gran personajes eran carismáticos, oradores natos y sorprendentes, ahora, mientras más conozco nuestra condición humana me parecen esos personajes una caricatura, algo grotesco. Hasta yo misma parezco una payasa.
Te pido, no me tengas compasión, no me mires con lástima, no pretendas engañarme cuando ya no puedas amarme más... No es fácil amarme y lo sé, incluso sé que mi mayor habilidad es crear la más profunda animadversión a mis detractores, sin embargo, si aún me amas promete amar como siempre ha debido amarse, desnudos de todo.
Te ama inmensamente,
Jazz
2015
Paradoja
Consultas afanada
las líneas sinuosas
Que entre las
rendijas
Ha venido el
tiempo a colocarte.
Decides entonces,
maquillar las
imperfecciones de la vida monótona,
lápiz labial para
fingir la sonrisa,
pestañas largas y
rizadas
para ocultar la oquedad de los ojos,
alcohol antiséptico
para que las lágrimas puedan salir.
Te vistes
despacio,
Como recuperando los
sueños en cada media velada,
Hace tantos años
eras joven y ahora tus senos bailan con la gravedad.
Te miras al
espejo, pero no te reconoces,
Y tus invitados
solo pueden adular la mascara
Dicen, extasiados,
que perfecta belleza.
Sobre el amor
I
¿Soy yo esta mujer que anda conmigo...?
Hilda Hilst
Cuando me dio el
anillo de compromiso
Entendí que era eso lo que había estado esperando
Las rosas
blancas,
el ajuar,
la lencería de encaje;
El amor
pausado y a las buenas horas,
Siempre antes de
dormir, encima de ti,
Con los gemidos
justos del amor
las palabras
cómodas,
Las noches
certeras
Los libros de cuenta organizados y en superávit,
La vida, podía ser
sencilla.
02 agosto, 2015
Querido Mr. Hyde
Empiezo por decirte
que estoy enferma,
seriamente enferma de tiempo
y de mortalidad, querido…
Hay mucho dolor entre estos dedos
y te pregunto
¿Estás dispuesto al desangre?
Yo sí,
siempre le
he apostado al sello de la moneda,
siempre.
Tus manos desde la oscuridad
me acechan,
desde el primer giro de la luna en torno a los mares y al silencio primitivo
y yo sangro entre tu dedos...
todo el tiempo estoy pensando en ti
en el retumbar de tus ojos
un eco que repite
hallémonos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)