I
Y decidió Dios crear a la mujer igual, hacerla hermosa a sus ojos, darle boca como hendija, heredarla de efluvios y de placeres.
II
Y concluyó Dios que continuase el mundo (sin ella).
III
El repetido Adán se fornica a las repetidas hembras. Esas, esas no son mujeres.
IV
Afilo el cuchillo. Es tiempo del zarpazo al vientre mullido de Dios
-Para que deje de joder- Pensamos.
Donde el mundo existe, existe el lenguaje; el mundo no existe jamás sin la palabra —existe solo en la palabra—. Sin la palabra, el mundo no existiría. Franz Rosenzweig
28 febrero, 2010
22 febrero, 2010
Diálogo de dos extranjeros que toman café en un salón de Berkeley
WILLIAM OSPINA
― ¿Es verdad, señor Einstein, que ustedes, los científicos, creen en un mundo fuera de la conciencia humana?
― Hay una realidad más allá de nosotros. Toda verdad humana sólo deriva de ella.
― Ah, no diga usted eso. Yo sólo puedo hablar de lo que he percibido.
― Señor Tagore, escúcheme: la suma de los ángulos interiores de un triángulo sería igual a dos rectos aunque no hubiese humanos.
― ¿Y quién puede probar semejantes supuesto?
― La razón, pues sus leyes imperan para todos. Budistas, musulmanes, pielesrojas, albinos… nadie puede evadir los axiomas del mundo.
― Sólo porque aquí hay hombres son verdad esas cosas.
― ¿Afirma usted entonces que si no hubiera humano, el Apolo de Belvedere dejaría de ser bello?
― Sí, señor, eso digo.
― Pues yo pienso otra cosa. Aunque todos muriéramos, y el sueño de la especie se borrara, fuera de nuestras mentes persistiría el mundo, y el mármol, ya invisible, guardaría su belleza.
― Entonces, señor Einstein, usted es mucho más religioso que yo.
― ¿Es verdad, señor Einstein, que ustedes, los científicos, creen en un mundo fuera de la conciencia humana?
― Hay una realidad más allá de nosotros. Toda verdad humana sólo deriva de ella.
― Ah, no diga usted eso. Yo sólo puedo hablar de lo que he percibido.
― Señor Tagore, escúcheme: la suma de los ángulos interiores de un triángulo sería igual a dos rectos aunque no hubiese humanos.
― ¿Y quién puede probar semejantes supuesto?
― La razón, pues sus leyes imperan para todos. Budistas, musulmanes, pielesrojas, albinos… nadie puede evadir los axiomas del mundo.
― Sólo porque aquí hay hombres son verdad esas cosas.
― ¿Afirma usted entonces que si no hubiera humano, el Apolo de Belvedere dejaría de ser bello?
― Sí, señor, eso digo.
― Pues yo pienso otra cosa. Aunque todos muriéramos, y el sueño de la especie se borrara, fuera de nuestras mentes persistiría el mundo, y el mármol, ya invisible, guardaría su belleza.
― Entonces, señor Einstein, usted es mucho más religioso que yo.
15 febrero, 2010
I
Estoy llena de espectros,
La sombra que había tenido por compañera
Ha terminando abandonándome,
Ella era la última que faltaba.
Un faro a lo lejos quiere iluminarme,
Me cuenta de habitación conjunta
De besos seguros,
De un solo semen.
Su luz reiterante,
Constante
Pretende alterar mi orden.
Sonrío,
Prefiero la oscuridad, así me toque coserme los parpados.
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