Me
han roto el corazón y lo he roto, casi han pasado 16 años desde que accedí por
primera vez a amar y he amado de tantas formas diferentes que ahora no concibo al amor como una piedra estática,
para mí, es un río de llamas, de lava creciente, un río de pasión, en ocasiones
un río de ternura y de miradas, un río de silencios, de palabras y de poesía. No
creo que sea capaz de casarme, a lo sumo viviré con alguien hasta que ya no sea suficiente; jamás volveré por compromiso,
por deber, ya que el amor debe ser la
luz que nos fulgure, un bosque en llamas, un rayo destrozando todo lo que creías conocer, donde
se renace y se está suspendido en un beso, enredado en otro, con ojos cansados por evitar parpadear, ante el miedo a que la
imagen de lo amado huya. Es el amor el miedo a perder y saberte vencedor.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar