08 junio, 2010

SER Y SABER

Veía el viento soplando

y la noche descendiendo.

Oía el grillo saltando

en la hierba estremecida.

Pisé el agua

más bella que la tierra.

Veía la flor abrirse

como se abre la ostra.

El día y la noche se unieron

para ungirme.

La unión de luz y sombra

abrazó mis sueños.

Veía la hormiga esconderse

en la ranura de la piedra.

Así se esconden los hombres

entre las palabras.

La belleza del mundo me sustenta.

Es el hermoso pan matinal

que la mano más humilde coloca

en la mesa que divide.

Jamás seré un extranjero.

No temo ningún exilio.

Cada palabra mia

es una patria secreta.

Soy todo lo que es partición

el trueno la claridad

los labios del mundo

todas las estrellas que desaparecen.

Sólo conozco el origen:

el agua negra que lame la tierra

y los cangrejos que me acechan

entre las raíces del mangle.

Sólo sé lo que no aprendí:

el viento que sopla

la lluvia que cae

y el amor.



Lêdo Ivo


Lêdo Ivo es uno de los máximos exponentes de la llamada Generación del 45 brasileña, fundando, en compañía, como tribuna de la mencionada generación, la revista Orfeu en 1947. nació el 18 de febrero de 1924 en Maceió, estado de Alagoas, en el nordeste brasileño. Desde que en 1944 publicó su primer libro de poemas, As Imaginações, su copiosa obra se ha desarrollado en la poesía, el ensayo y la novela, siendo la más importan te Ninho de cobras (1973). Tomado de www.hominidismo.bloggspot.com

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