16 marzo, 2016

NARRACIONES CON DESTINATARIO


La intención inicial de esta nueva entrada fue de hacer una serie de recopilaciones de cartas que  no he enviado y no enviaré nunca, el motivo radica en que no quiero enviarlas, ya que tienen un destinatario concreto pero mutable. En realidad, llamarlas en el sentido estricto cartas es un desacierto, ya que no tienen destinatario  y tampoco se dan noticias: se vomita todo un soliloquio interno qué pretende darle a conocer más de mi a ese otro que me ignora: me amplio, me desconoce, osea son un intento de que el otro me conozca, pero termino en la parábola de que soy yo la que se encuentra...

08 de marzo 2016

Querido :

Tengo la sensación que siempre he estado escribiéndote, que todas las tardes a eso de las cuatro cuando la luz del sol empieza a apagarse sosegadamente te escribía y aún hoy te escribo; pongo una palabra después de otra y en poco tiempo tengo toda una frase, un orden lógico, coherente, meticulosamente escrito. En ocasiones me parece una locura, como es eso de escribirle a alguien que no está y que antes no estuvo, pero así me pasa y no sé cómo resolverlo sino escribiendo, puede que pase el tiempo y termine haciéndome a un diario, pero no tendría objeto porque al final no estaría escribiéndome a mi sino a ti.

Hoy  me levanté temprano, fui como de costumbre a estrellarme con el mar, a que me decantara, tanto escribirte ya ves que me tiene exhausta e insana, así pasé un tiempo que no es necesario precisar, las olas me acurrucaban, estaba siendo lamida por una luz límpida, impoluta, el rumor del mar que me invadía y la sensación de absolución cuando te dejas arrastrar por el movimiento constante y sensible de toda esa anchura inmensa. Increíble. Luego pasearme por la playa con los pies descalzos, sentir como soy arena y sal, reír desde mi día. En esas estaba cuando me encuentro una bolsita de un rosado fosforescente, trato de describirlo mejor: un animal como fragata de un rosado neón que va progresando a un azul también neón y que se extiende en unas líneas también azules, comprendo que es una medusa: la belleza siempre ha de ser mortal.

La pulsión inicial cuando la veo toda abandonada es determinar si aún sigue viva, por un instante pienso tomarla entre mis manos y llevarla al mar para que reaccione, luego me contengo, por algo es que le dicen aguamala y busco un palito para poder manipularla con delicadeza sin que acércame a ella signifique un peligro. Nada. La introduzco en el mar suplicando y no se mueve. Una sensación de desasosiego me inunda, pobrecita. No sé muy bien porque pero luego  hago un huequito en medio de la playa,  y en eso un hombre negro mayor se me acerca, y me dice que es lo más de sensato, joven, lo que está usted haciendo que esas cosas pican duro y que no vaya a ser que algún niño que se la encuentre se lastime,  vaya el pobre hombre a saber que yo no pensaba en los niños ni en los bañistas  sino en la pobre aguamala que abandonada a su suerte había terminado muriendo así de desnuda en la playa. Llego a casa,  veo el periódico, hay una alerta a todos los bañistas de Cartagena, un titular que reza “Alerta, Alerta en playas de Cartagena por presencia de Carabela Portuguesa” me encuentro fascinada, carabela portugesa, me repito mil veces, carabela, caravela, carabela, portugesa. Esa pequeña bolsa fosforecente ha viajado miles de kilómetros desde Portugal y ha venido a encontrarse conmigo; a cazado a peces verdes, azules, rojos, y hoy me ha regalado la Muerte bella en la playa. Ulula el viento en esta casa de playa y me encuentro feliz por un instante, recuerdo los versos de Rimbaud de siempre, concluyo que la belleza no es solo amarga sino que  arde doblemente.


Jazz

16 de marzo 2016

Amor mio:

Sigues empecinado en no ser un personaje, a cada rato te conjuro a ti y a tus palabras , pero tus besos me acechan por las noches, tu sexo se mete en el mio, humeante, y encuentro pestañas tuyas debajo de mis senos. Amor mio, amor mio, amor mio, ¿Por qué este recordarte continuo si tengo el mar y la playa? ¿Por qué este leer para ti en voz alta? ¿Por qué este escribirte siempre, todo el tiempo?

Guardo pedazos de vida para contarte. Hay una nueva cicatriz que no conoces y me asusta, ya no veras a la misma de hace dos meses, ya habrás también cambiado y otra mujer se habrá robado tu risa, me habrá robado; mis indecisiones me asaltan, me huyen amor, pero vienes y me abrazas fuerte  y estás.

Me duelen los ojos y poseo una obscuridad bajo ellos que son solo tuyas y de la poesía, solo tuyas y de la poesía. Amor mio ¿Cuantas noches nos separan? ¿Como se puede extrañar desde siempre? Desde siempre te he amado, todas las noches con otros hombres se me hacen fútiles, vanas, huecas, ya no me acuerdo de sus caras ni de sus manos. Me digo que podré sobreponerme pero es que en realidad no quiero, no quiero que se me olviden tus ojos, esos ojos café, tus manos niñas en mi pecho, tu voz rugosa que me atraviesa.

Se mueve una cortina y presiento que eres tu, que vuelves después de haber salido a por pan mientras destapo la cerveza que compramos, o más bien, la destapas, porque sabes que mi torpeza no me da para esas tensiones ligeras, amor, amor ¿Te has ido para que yo pueda escribirte? Si es eso por favor no lo hagas, quedate conmigo en mi noche, abrazame, que no hay nadie que me abrace, besame, escribeme...

Tuya Siempre

Jazz




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